El próximo 1 de julio entra en vigor a nivel europeo la normativa sobre Regulación de los Productos de Construcción. Esta norma, cuyas implicaciones siguen siendo negociadas en Bruselas a través de nuestra federación europea Ufemat, en cuyo comité director participa Andimac, puede tener importantes implicaciones sobre la industria, pero también sobre la distribución. En concreto, tal y como está hasta la fecha redactada, la consideramos desde la perspectiva de la distribución un despropósito en el plano operativo, pero también medioambiental.
La consideramos un despropósito y un anacronismo porque en plena era digital obliga al suministrador/distribuidor a entregar al cliente (constructora, autónomo o particular) y en papel toda la información técnica ligada al producto, que por lo demás deberá estar armonizada a nivel europeo. Imaginemos lo que esto puede suponer en la casuística de la venta. No hacerlo podría tener consecuencias muy negativas ya no sólo por la exposición a sanciones (por determinar), sino muy especialmente en la gestión de reclamaciones. Esperamos que en las próximas semanas se tomen en consideración alegaciones presentadas para que este procedimiento pueda llevarse a cabo mediante soluciones digitales tipo link de acceso a la información (bien desde fábrica bien integradas en la propia bbdd de la empresa) que no requieran entrega directa de documentación y, de este modo, se cumpla con el requisito de información.
Por otra parte, esta normativa también introduce mayores responsabilidades para el distribuidor que o bien trabaja con marca propia (pasa a ser considerado a todos los efectos como fabricante) o bien importa producto no fabricado en la UE (igualmente asume la responsabilidad propia del productor).
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