La patronal de la reforma, Andimac, revela que la intención de hacer obras de mejora y mantenimiento en los hogares ha escalado 9 puntos en el último mes, situándose este porcentaje en el 28%, después de que el pasado 23 de mayo se levantaran las prohibiciones impuestas en viviendas habitadas.
Esta mayor disposición a hacer reformas contrasta con los datos registrados en el trimestre anterior, en el que el sector sufrió abultadas caídas continuadas del 35% en marzo y del 75% en abril, que se suavizaron hasta el 10% en mayo como consecuencia de la apertura de la demanda retenida. No obstante, en estos tres meses las pérdidas acumuladas por culpa de la pandemia ascenderían hasta los 1.700 millones de euros, aproximadamente, en el mercado de materiales para reforma.
De cara al futuro más inminente, Andimac estima que más del 70% de los hogares realizarán algún tipo de reparación a lo largo del verano. Y es que si tradicionalmente el periodo comprendido entre junio y septiembre es el más propicio para llevar a cabo este tipo de actuaciones, al coincidir con las vacaciones de verano, este año se podrían incrementar estos trabajos.
La patronal atribuye este auge estival de la reforma a los tres meses de confinamiento a los que se han visto sometidos los españoles, quienes han pasado más tiempo que nunca dentro de sus viviendas, pudiéndose percatar de deficiencias y posibilidades de mejora, también con vistas a una nueva reclusión en el otoño si hubiera un rebrote.
De hecho, Andimac informa de que casi se ha multiplicado por cuatro el número de personas que se han interesado en conocer el estado de mantenimiento de sus casas y que han participado en el estudio Quiero Vivir Mejor, puesto en marcha por Cuida Tu Casa -una iniciativa de la patronal para saber cómo viven los españoles dentro de sus hogares-.
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Por otra parte, si bien es cierto que las obras más frecuentes son las que se acometen en cocinas y baños, la patronal augura un importante número de actuaciones para acondicionar los hogares -sobre todo las segundas residencias- para pasar las vacaciones y, por supuesto, para teletrabajar, una tendencia con visos de asentarse en todas aquellas compañías que hayan seguido totalmente operativas a lo largo de la pandemia.
Envejecimiento del parque
Pero a los problemas relacionados con las condiciones de las viviendas para teletrabajar, el exceso de ruidos, las humedades o las pérdidas de temperatura; se añade el derroche de energía por el que hasta un 40% de las emisiones que se registran en las ciudades proceden del consumo en hogares y edificios. Y ello se debe, fundamentalmente, a que el parque de edificios envejece a un ritmo anual del 1,8%, mientras la rehabilitación edificatoria afecta únicamente al 0,15% del mismo.
Por ello, la patronal va a remitir a las vocalías de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica de España que ponga en marcha un Fondo de Garantías -asociado a las propuestas por la Comisión Europea- con líneas para comunidades de propietarios vía ICO que financien el 80% de las obras que impulsen la eficiencia energética, aseguren el acceso a las ayudas del Plan Estatal para la Rehabilitación y minimicen el riesgo que asumen los bancos al costear las reformas de las zonas comunes, lo que serviría para rejuvenecer el parque, evitar un deterioro de los ahorros de los hogares españoles y lograr un modelo de negocio más sano para el sector de la construcción.
Máxime teniendo en cuenta que entre los seis pactos de reconstrucción que expuso recientemente en el Congreso la vicepresidenta de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, se encuentra uno para la transición ecológica.
Según el secretario general de Andimac, Sebastián Molinero, “tras pasar tanto tiempo encerrados en casa, muchos españoles que se lo puedan permitir decidirán reformar sus viviendas para mejorar su calidad de vida dentro del hogar. Nuestra casa se ha convertido en el espacio de cuidado de las familias en los momentos más difíciles, y merece la pena invertir para vivir mejor en ellas, porque es posible. Y ello provocará un efecto tractor sobre otras industrias determinantes para la recuperación económica, por lo que convendría estimular el sector de la reforma y la rehabilitación desde las administraciones públicas después de la parálisis de los últimos meses”.